SAN LUIS 1904: «UN PAPELÓN HISTÓRICO»

Atenas 1896, un éxito. París 1900, un fracaso. San Luis 1904, otro fracaso.

Cuatro años atrás, los Juegos Olímpicos habían sido opacados por la Exposición Universal, algo que también ocurriría este año, con la diferencia de que a ese robo de protagonismo se le sumaría también la horrorosa y triste manera de ver las cosas en la época: los blancos por un lado, los negros por otro. Además, este contaría con muy poca participación internacional, permitiéndole a Estados Unidos agrandar bruscamente su medallero.

Al igual que París, la Exposición opacó los JJ.OO.

En 1901, el COI (Comité Olímpico Internacional) decidió que Chicago sería el anfitrión del evento. Pero tras la intervención directa del por entonces presidente estadounidense Theodore Roosevelt, la sede quedó en manos de San Luis, ciudad ubicada en Misuri.

La idea de que los Juegos Olímpicos se celebrasen en el país americano tenía tres motivos:

  1. Llevar la competición a otro continente.
  2. Agradecerle a Estados Unidos por tomarse tan en serio los JJ.OO, dándoles la oportunidad de recibirlos.
  3. Aprovechar el constante crecimiento a nivel mundial de dicho país.
Estados Unidos en plena Exposición Universal.

El 1 de julio se realizó el desfile inaugural, el cual causó un gran enojo y repudio por parte de Pierre de Coubertin, que los describió como “un espectáculo bochornoso”. No fueron ni más ni menos que eso. Y es que este se llevó a cabo bajo el título de “Anthropological Day” y le mostró a los espectadores presentes las razas –supuestamente inferiores– que participarían en las pruebas. Los de piel blanca, claramente, no formaban parte de esa muestra.

El evento, como lo anunciaba en su apertura, contaba con Jornadas Antropológicas, en las que personas de color eran víctimas de burlas constantes al realizar sus pruebas. Estos no eran atletas, por lo cual sus intentos mayormente eran fallidos, siendo motivo de risas y chistes entre las miles de personas presentes.

Los países participantes fueron 12 y los atletas presentes 651 (645 hombres y 6 mujeres). La poca presencia europea se debió a lo dificultoso y costoso del viaje, dado que ir hasta otro continente no era algo muy sencillo en esos tiempos.

En cuanto a los deportes practicados, lo resaltable es que apareció por primera vez el boxeo. Las 18 disciplinas fueron:

  • Atletismo, boxeo, ciclismo, esgrima, fútbol, gimnasia, golf, halterofilia (o levantamiento de pesas), lacrosse, lucha, natación, remo, roque, saltos de natación, tenis, tiro con arco y waterpolo.

Cabe destacar los populares deportes como el básquet, béisbol y fútbol americano fueron disputados pero a modo demostrativo.

Una de las tantas pruebas.

La natación tuvo un cambio importante: por primera vez se creó una pileta. Pero pará, no te alegres tanto, porque no es fue muy espectacular que digamos… Su creación se dio gracias a un desnivel en las instalaciones feriales de la Exposición. Hicieron lo siguiente: montaron un estanque artificial y colocaron una tabla de madera sobre los flotadores, utilizados posteriormente como punto de salida para los competidores. El agua, esta vez, estaba quieta y no tan congelada. Eso sí, estaba asquerosamente sucia.

La figura, o el más ganador, fue el estadounidense Anton Heida, un gimnasta ganador de cinco pruebas diferentes: potro con arcos, barra fija, salto largo, combinado y sexatlón por equipo. Salió segundo en paralelas (que flojo lo suyo… Jaja).

Por otra parte, el histórico atleta Ray Ewry, también conocido como el hombre rana, ganador de 8 medallas de oro en Juegos Olímpicos, sumó otras tres preseas doradas.

Ray Ewry en acción (1908).

Importante resaltar que en este año se comenzó a entregar medallas de oro a los ganadores, de plata a los subcampeones y de bronce a los terceros.

Una de las curiosidades más espectaculares fue la de Archie Hahn, “el meteoro de Milwaukee”, ganador de las pruebas de 60, 100 y 200 metros lisos. Y es que esta última tuvo una particularidad: de los siete corredores, ¡seis cometieron salida nula! En esos tiempos, esto se penalizaba con un metro de retraso en la salida. El ganador, como era de esperarse, fue Hahn, que se anotó un récord histórico, cuyo fue superado 28 años después.

Archie Hahn ganando la carrera.

Lo mejor, lo más divertido y lo más atípico de un triste Juego Olímpico, empañado por los hechos racistas, se dio en la maratón, la cual tendrá su nota especial. A esta la podrás leer mañana (y si estás leyendo esto en una fecha superior al 16 de junio, ya lo podes hacer).

Igualmente, te irás de aquí sabiendo que el ganador fue Thomas Hicks, que no era un atleta de profesión. Y que la hija del presidente de los Estados Unidos se sacó una foto con un falso campeón. Y digo “falso” porque rápidamente salió a la luz que este había hecho trampa. También te diré que el vencedor final, Hicks, hoy en día hubiera sido penalizado por doping positivo.

(Espacio publicitario) Si tienes ganas de enterarte de todo lo ocurrido en aquella prueba, que créeme fue una de las más surrealistas de la historia, léete la próxima nota. Dicho esto, sigamos.

El medallero final no es más que una muestra de lo que fue la competición, que tuvo a Estados Unidos prácticamente como único participante. Aquí el TOP 3:

  1. EE.UU: 242 (79 oro – 83 plata – 80 bronce)
  2. ALEMANIA: 13 (4 oro – 4 plata – 5 bronce)
  3. CUBA: 9 (4 oro – 2 plata – 3 bronce)

No hubo participación argentina.

Tristemente utilizados para demostrar la supuesta superioridad de la raza blanca, los Juegos Olímpicos de San Luis pasaron a la historia como uno de los eventos deportivos más vergonzosos y aberrantes jamás vistos. La Exposición Universal se ocupó de que sean opacados. El estúpido pensamiento de la época, de que sean repudiados.

Próximos JJ.OO: Londres 1908.

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