8 de noviembre de 2018: el estadio de Arsenal de Sarandí recibió a niños, niñas, padres y madres con camisetas celestes y blancas. Una multitud asistió al Estadio Julio Humberto Grondona para presenciar un partido de fútbol. A priori, algo normal para el deporte más popular del país. Sin embargo, eso fue algo histórico. ¿El motivo? Por primera vez en la historia, la selección femenina jugaba a puertas abiertas en Argentina. Y no era cualquier partido, era el repechaje (vs Panamá) para el Mundial de Francia 2019.

Aquel día el público no festejaba las gambetas de Lionel Messi, sino las de Estefanía Banini. Aquel día el objetivo del fútbol nacional no era el Mundial masculino, sino el femenino. Aquel día los noticieros no mostraban los golazos de Di María o Agüero, sino los de Eliana Stabile y Mariana Larroquette. Aquel día no fue un día cualquiera, aquel día comenzó el cambio.

Un 4-0 que quedó en la memoria de todos y todas, además de ser clave para, posteriormente, clasificar a una Copa del Mundo tras 12 años. El global marcó un 5-1 a favor y las dirigidas por Carlos Borrello prepararon las valijas para dirigirse a una cita histórica: Francia 2019.

Estados Unidos 2003: 3 partidos jugados, 3 perdidos. China 2007: 3 partidos jugados, 3 perdidos. Esos eran los antecedentes mundialistas de una selección que después de tantos años tendría una nueva oportunidad de mostrarse mundialmente.

10 de junio de 2019: Argentina debuta en la máxima competición a nivel nacional. El rival es nada más y nada menos que la subcampeona del mundo, Japón.

Tras un partido cerrado y con pocas emociones, las jugadoras argentinas conseguían empatarle a una potencia. Fue un 0-0 que les dio un punto histórico, ya que era el primero en toda la historia para la selección en un Mundial de fútbol. Una vez más, conseguían algo que meses atrás parecía imposible. Las lágrimas de las jugadoras luego de escuchar el pitido final eran el fiel reflejo de la lucha que atravesaron durante tantos años.

La derrota ante las inglesas en el segundo encuentro complicaba la clasificación, pero no les sacaba el sueño y (mucho menos) el hambre de gloria que las caracteriza. El último partido del grupo D era ante Escocia, el cual se encaraba con el deseo de clasificar, pero también de volver a marcar un gol en dicha competencia.

• Minuto 19: gol de Escocia
• Minuto 49: gol de Escocia
• Minuto 69: gol de Escocia

El destino las volvía a poner a prueba. Y el deporte las obligaba a demostrar toda su personalidad, una vez más. Remontar ese 3-0 era una hazaña que nadie veía posible. No obstante, ellas lo hicieron posible. Milagros Menéndez marcó el primer gol mundialista tras 12 años de sequía, Florencia Bonsegundo sacó un bombazo que la arquera rival no pudo contener, aumentando así las esperanzas. Y por último, el VAR ayudó a la árbitra a cobrar un penal en la última jugada del partido, el cual Bonsegundo aprovechó luego de rematar en dos ocasiones, ya que falló el primero pero la jueza del encuentro repitió la pena máxima por un adelantamiento de la arquera. 3-3 y una eliminación que más que una eliminación fue un paso hacia delante de cara al futuro.

En 2019 la mayoría de estas jugadoras se presentaron a los Juegos Panamericanos de Lima con un objetivo claro: llegar al último partido para asegurarse una medalla, algo que hasta ese momento nunca se había conseguido.

Goleada ante Perú por 3-0 para arrancar sumando, victoria ante Panamá para asegurarse la clasificación y empate contra Costa Rica para terminar la fase de grupos sin derrotas. En las semifinales el rival fue Paraguay, al cual se lo superó por 3-0, pasando así a la final. El primer objetivo estaba cumplido. Y la Selección Argentina ya estaba haciendo su mejor participación histórica en unos Juegos Panamericanos.

Finalmente, la medalla dorada no llegó, ya que en los penales Colombia se quedó subió a lo más alto del podio. Pese a esto, la medalla de plata que se consiguió casi que se tiñó de dorada, por el contexto y por haberse ganado el respeto de todos los argentinos a base de esfuerzo.

Este último tiempo se llenó un estadio para verlas, se clasificó a un Mundial tras 12 años, se consiguió el primer punto en una Copa del Mundo, se protagonizó una remontada histórica (nadie había remontado un 0-3 en un Mundial de fútbol femenino) y se obtuvo la primer medalla argentina en unos Panamericanos. ORGULLO Y AGRADECIMIENTO ETERNO.