El pasado 25 de julio, Boca Juniors oficializó el fichaje de Daniele De Rossi, ídolo de AS Roma e Italia. Es por esto que hoy repasaremos dos momentos que marcaron la carrera del nacido en 1983. De la gloria al fracaso en 11 años.
CAMPEÓN DEL MUNDO 2006:
Marcello Lippi, entrenador italiano en 2006, decidió convocar al joven chico italiano que destacaba en AS Roma por su sacrificio, capacidad de recuperación y liderazgo, para que forme parte del grupo que viajaría al Mundial celebrado en Alemania.
En el debut ante Ghana, Lippi lo colocó en el equipo titular, haciéndolo compartir mediocampo con Andrea Pirlo, Francesco Totti y Simone Perrotta. De Rossi tuvo una gran actuación, siendo de los más destacados de los italianos. Es por esto que, ante Estados Unidos, en el segundo partido por el grupo E, se ganó un puesto en el 11 inicial. Sin embargo, a los 26 minutos del primer tiempo y con el encuentro empatado, se fue expulsado tras darle un codazo a Brian McBride, quien salió del terreno de juego con sangre en su rostro, volviendo a ingresar unos minutos después pero con tres puntos en su cara. La sanción fue de 4 partidos y una multa económica (10.000 CHF).
Su regreso fue nada más y nada menos que en la final de la Copa del Mundo, sustituyendo a Francesco Totti en el minuto 61 ante Francia. Aquel partido terminó igualado 1-1, teniendo que definir el trofeo desde el punto penal. Daniele fue el encargado de ejecutar el tercero, cargando con la presión de adelantar a su selección, ya que David Trezeguet había fallado anteriormente. Disparo fuerte y colocado para ponerse arriba y, posteriormente, coronarse campeón del mundo, siendo el jugador más joven del plantel. El mejor momento de su carrera.

FUERA DEL MUNDIAL DESPUÉS DE 60 AÑOS:
Ya sin Pirlo, Del Piero y Totti en el equipo, la “azzurra” sufrió muchísimo cada partido de la clasificación a Rusia 2018, a tal punto de tener que decidir todo en un partido repechaje ante la selección sueca, que, contrariamente a Italia, tras la despedida de su máxima estrella (Zlatan Ibrahimović) se afianzó.
De Rossi fue factor en el primer partido: el único gol de Suecia vino tras un remate de Jakob Johansson que se desvió en el italiano, cambiando drásticamente la dirección del balón. En la vuelta, la figura de la Roma fue al banco de suplentes.
En el segundo tiempo de la revancha entre ambas selecciones, con el encuentro igualado 0-0, Giampiero Ventura, DT de Italia en ese entonces, mandó a calentar al campeón del mundo en 2006, quien se mostró muy disconforme con la decisión tomada por su entrenador, protagonizando el momento más curioso de la noche: “¿Para qué carajo voy a entrar yo? No tenemos que empatar, ¡tenemos que ganar!”, le dijo eufóricamente al ayudante técnico de Ventura, mientras señalaba a su compañero Lorenzo Insigne (delantero), haciendo referencia a que necesitaban sumar gente en ataque, no en el mediocampo.

Finalmente, Italia empató 0-0 concretando uno de los mayores fracasos de su historia. Los principales portales deportivos catalogaron esta derrota como «el fin de una era» y señalaron que la cuatro veces campeona del mundo había «tocado fondo».
El fichaje estrella de Boca Juniors, por su parte, le dijo adiós a su selección tras haber disputado 117 partidos, marcar 21 goles, ganar Mundial y una Eurocopa Sub-21.
